SM TRIBUTE
DIEZ AÑOS DE ARTE Y ELEGANCIA
El SM, nacido a principios de los años 70, encarnaba la cumbre de la innovación automovilística francesa. Este gran turismo era un auténtico concentrado de tecnología. Su estilo aerodinámico, diseñado por Robert Opron, era a la vez elegante y vanguardista.
El SM no tenía una parrilla superior evidente, que fue sustituida por una sección de cristal muy grande que dejaba ver los módulos de los faros y la placa de matrícula. Cincuenta años después, esta sección de cristal se convierte en una pantalla 3D que se ilumina hasta su centro, enmarcada por una firma luminosa compuesta por tres módulos a cada lado, como en el pasado, realzados por ocho DRL verticales y con punta de diamante, basados en una forma de triángulo que se reúne en un punto como la proa de un barco.
El perfil conserva las líneas características del SM siguiendo el flujo de aire desde la parte delantera hasta la trasera, más estrecha. Detrás de dos grandes ventanillas, el panel del cuarto trasero está cortado por la mitad y continúa para que la parte trasera flote en forma de S. Naturalmente, las ruedas traseras están parcialmente carenadas con piezas desmontables.
Mientras que las proporciones icónicas del SM se mantienen con una longitud de 4,94 m (+ 3 cm) y una altura de 1,34 m (+ 2 cm), el SM TRIBUTE gana sobre todo en musculatura y presencia con una anchura de 1,98 m (+ 14 cm). En busca de la eficacia, la altura libre al suelo pasa a 12 centímetros (-3,5 cm). SM TRIBUTE se asienta sobre grandes llantas de 22 pulgadas embellecidas con inserciones aerodinámicas.
El interior es muy luminoso con un color marfil compuesto de cuero y Alcantara®. Una gran vitrina en la parte delantera del salpicadero ofrece un marco extraordinario para dar cabida a una gama casi infinita de acabados y materiales. Los asientos continúan la icónica tapicería del SM, con sus cojines horizontales.
El trabajo del cuero en los paneles de las puertas, grabado con láser, revela patrones inspirados en las Artes Decorativas. Este periodo corresponde a los locos años veinte, en los que nacieron los concursos de elegancia.
Se retoman las decoraciones de punto de perla de los paneles de las puertas: auténticas perlas llevan sutilmente las animaciones luminosas al habitáculo. Esta referencia a la joyería se encuentra en el volante de cristal finamente cincelado, así como en el centro del volante.
En los asientos, el grafismo simétrico de las perforaciones de cuero recuerda la construcción de eslabones -o correa de reloj- de los modelos DS Automobiles.